BATALLA DE BRIÓN. FERROL, 1800.
VISTA GENERAL DEL PUERTO DE FERROL Y DEL ARSENAL

Hallábase de general del Departamento el jefe de escuadra D. Francisco Melgarejo, y el mando militar de la plaza estaba interinamente encomendado al mariscal de campo conde del Donadío. La defensa del puerto se encontraba tan mal preparada , que la plaza y los fuertes de la ría carecían de tropas, ni un solo cañón estaba montado, y los repuestos y acopios de todos géneros eran tan a propósito para una rendición, que no había en el pueblo  más que los víveres necesarios de un mercado ordinario. El depósito de armas de chispa carecía de lo preciso para su manejo, y aún tres horas después de la invasión tuvo que comprarse a crédito en las tiendas del vecindario papel para cartuchos y piedras para los fusiles. Tal era el lastimoso estado en que se hallaba el mejor establecimiento naval de España, al ser atacado por la escuadra de una nación altiva y poderosa.

LA ENTRADA DE LA RÍA, COSTA FORTIFICADA INFRANQUEABLE.

Favorecidos los ingleses de un tiempo bonancible, efectuaron el desembarco en número de 10,000 hombres, quedando los demás de reserva en los buques. A las cuatro de la tarde se hallaban ya aquellas fuerzas en la playa de Doniños. El desembarco general lo hicieron en la ribera N. junto a la punta Levadiza, inmediata a las peñas o islotes llamados Gabeiras. Sólo dos pequeñas partidas desembarcaron, una en la playa de Sanjurjo, que está más al N. y otra en el extremo  del S. de Doniños, inmediato a la punta del Pasante. Apoderados los ingleses de la batería que cubría aquel punto, y que casi indefensa fue demolida por la artillería de un navío inglés que se acoderó y la rindió, se dirigieron a las alturas de Brión.